Julián Betancourt Morejón: «Las nuevas tecnologías son un recurso para impulsar el pensamiento»

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  • Para el doctor en Psicología, escritor y Coordinador del Centro Educativo para Altas Capacidades de la Secretaría de Educación Pública del Estado de Jalisco, la pandemia trajo desafíos en materia de educación a distancia.

Sin duda que la educación a distancia presentó una serie de desafíos e interrogantes, tras más de un año de la aparición del Covid-19 en el mundo. Nadie podía, en un principio, avizorar las enseñanzas que la pandemia dejaría en materia de educación y cómo cambiaría los paradigmas de esta a nivel macro.

Sin embargo, según explica el doctor en Psicología, experto en programas de desarrollo de habilidades del pensamiento y escritor, Julián Betancourt Morejón, hay que recordar que este tipo de enseñanza no llegó en tiempos de coronavirus, sino que “estaba delante de nuestros ojos y, sin embargo, no la sentíamos necesaria”.

Asegura que en un futuro próximo la “normalidad” será muy diferente a la que conocimos; la enseñanza, así como el aprendizaje, claramente serán distintos a lo que estábamos acostumbrados, pues “a la educación le cayó un tsunami y ha sido impresionante cómo este tsunami nos ha permitido leer las desigualdades sociales, así como del componente ideológico que tiene la educación en el sentido de no solo llevar la cultura a la sociedad y a los niños, sino que representar cada diferente manera de ver la educación como tal”, explica el actual Coordinador del Centro Educativo para Altas Capacidades de la Secretaría de Educación Pública del Estado de Jalisco, en México.

Julián Betancourt explica que una de las materias pendientes que tiene el actual tipo de enseñanza a distancia, u online, es la capacidad de conectividad que poseen los alumnos, así como la tecnología a mano. Esto pues, muchas veces los profesores deben acercarse, igualmente a sus alumnos, dejarles mensajes o buscar otros canales de comunicación a través de redes sociales como Facebook, Instagram o con el mismo celular, lo que lleva a pensar que existen realidades que deben reformularse dentro de la educación, hecho que ya era visible, pero deberá retomarse y reenfocarse con mayor fuerza.

“Lo primero es cambiar la concesión del maestro. Una de las cosas que tiene esta nueva educación es la necesidad de reformular el rol del profesor y ver al docente más como un facilitador que como un transmisor de conocimiento. Este momento que estamos viviendo hay que subrayarlo más en adelante, con una inversión del proceso educativo, o lo que llaman ‘clase invertida’, lo que quiere decir que actualmente el espacio del aula es un espacio para dialogar sobre lo que el alumno aprendió en su casa; el alumno en su casa se transforma en el profesor, manejando el contenido que el maestro supuestamente le da en la clase y lo que va a realizar en el espacio de comunicación es compartir lo estudiado”, asegura Betancourt.

El experto indica que desde el año 2017, en su experiencia, se trabaja en cambios formativos y no directamente con profesores frente al grupo, sino que en un aula en formato de pirámide donde no existen las sillas tradicionales y donde el maestro está ubicado alrededor de los estudiantes, lo que se denomina “Aula 4.0”. Asegura que en el año 2012 se da una revolución industrial muy importante a nivel mundial, la cual comienza a generar cambios relevantes en la educación “pues las paredes de las escuelas se vuelven interactivas, con procesos automatizados a través de una cápsula de internet, que genera esta ‘Aula 4.0’ y que claramente está muy lejos de la realidad de muchas escuelas de América Latina y del mundo, pero hacia eso vamos, allí deberíamos llegar”, señala.

EVIDENCIAR LA REALIDAD

El también asesor y consultor de diferentes instituciones educativas y empresas, explica que la pandemia permitió hablar de esta realidad y hacerla visible, evidenciarla. En este sentido otro elemento que se debe considerar asegura, es el alumno que tiene problemas de conectividad, problemas de recursos en cuanto a tecnología para participar de le educación en línea, pero por sobre todo, un alumno que carece de habilidades digitales para enfrentar estos nuevos tiempos.

“Esto es muy interesante. Yo soy un profesor que emigró del siglo pasado. Cuando estudiaba existían los discos de acetato, la pizarra y tizas, pero el mundo ha cambiado mucho. Hace unos años asesoraba a una persona en su tesis de maestría y le señalaba que requería de unas fotocopias, pero la papelería estaba cerrada y el alumno me señala: ‘maestro, pero si en el celular usted puede hacer el escaneo del documento y enviarlo´. Entonces, todos esos recursos que tiene este mundo nuevo y lleno de tecnología ayudan en acercarse más al alumno”, agrega Betancourt y asegura que esto debe utilizarse como una ventaja y no como un componente que genere distancia en el proceso enseñanza-aprendizaje.

Explica que este tipo de elementos no restringe el pensamiento creativo en alumnos, niños o niñas, pues existen nuevos desafíos, puesto que la visión de las nuevas tecnologías es el fin y no el medio, es decir, que estas son un recurso para seguir desarrollando ese pensamiento creativo e incentivarlo. En este sentido, se trata de elementos que vendrán a enriquecer la creatividad, los puntos de vista e ideas para generar nuevas iniciativas.

“Las nuevas tecnologías son un recurso para impulsar el pensamiento, el problema es la visión que tengas de ellas, porque estas deben estar en función del pensamiento y no el pensamiento en función de la tecnología. Lamentablemente, esto pasa mucho en Latinoamérica. Se cree que al tener toda la tecnología se va a desarrollar todo porque sí”, señala el doctor en Psicología. Respecto de los docentes, Julián Betancourt, indica que hace diez años el empleo de recursos tecnológicos era precario, elemental y muchos no sabían cómo utilizarlos, entonces a raíz de la pandemia se ha visto que existen muchos profesores analfabetos en cuanto a usos de tecnologías, pero también los hay aquellos que manejan a la perfección este tipo de recursos, sin embargo, en ambos casos se debe seguir avanzando para ir acortando las brechas de enseñanza.

Cabe explicar que Julián Betancourt Morejón es el escritor latinoamericano con mayor cantidad de publicaciones sobre el desarrollo de la creatividad; entre estos destacan libros como Siempre de corazón; Implicaciones de la creatividad en la calidad; Teorías y prácticas sobre creatividad y calidad; La creatividad y sus implicaciones, entre otros. Ha sido reconocido por la Secretaría de Educación del Estado de Jalisco por la creación y coordinación del diplomado de Creatividad e Investigación en la Educación. En el año 2002 recibió el Premio Iberoamericano de Innovación y Creatividad.