Valor social de la minería: Un estrecho trabajo con las comunidades

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Las empresas mineras trabajan codo a codo con las comunidades que están dentro de sus zonas de influencia. Muestra de aquello son una serie de proyectos y programas que han beneficiado directamente a organizaciones de base de la región de Tarapacá, como comunidades indígenas y sindicatos de pescadores.

Con un plan de cierre que se concretará en 2023, BHP Cerro Colorado ha impulsado, en sus casi 30 años de historia productiva, proyectos con un impacto positivo y de largo plazo. “Hemos demostrado nuestro compromiso con la región y, en especial, con las comunidades que nos han acogido en su territorio, con las que hemos promovido relaciones de respeto y confianza mutua, lo que nos ha permitido trabajar de forma colaborativa en iniciativas que contribuyan a su empoderamiento económico, social y cultural”, expresó Ana Zúñiga, gerenta de Asuntos Corporativos de Pampa Norte.

Este objetivo, señaló, lo cumplen mediante planes y programas concretos, con énfasis en la creación de oportunidades y el fortalecimiento de las capacidades de las personas, así como impulsando el encadenamiento productivo con una alta participación de proveedores locales.

Entre las iniciativas de la gestión comunitaria de Cerro Colorado, la empresa minera destaca su Programa de Desarrollo Agrícola, apoyando las prácticas ancestrales de los agricultores de Mamiña, Iquiuca, Quipisca y Parca, entregándoles herramientas y equipamiento para mejorar la producción agrícola de la zona. Su implementación abarca la realización de talleres, la recuperación de invernaderos y la entrega de insumos para cultivo.

Asimismo, la compañía donó 54 contenedores a la Municipalidad de Pozo Almonte, para la construcción del nuevo Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores. La residencia será edificada en terrenos cedidos por el Obispado de Iquique en La Tirana y brindará atención profesional a 50 personas con dependencia física o cognitiva, que no cuentan con redes de apoyo.

También han habilitado el proyecto de electrificación del poblado de Parca, beneficiando a más de 80 casas con electricidad las 24 horas del día. En Mamiña, en tanto, Cerro Colorado inauguró una nueva sala de computación para la escuela del pueblo, incluyendo el aporte de 15 computadores portátiles. La Escuela de Mamiña educa a 43 estudiantes de prekínder a octavo básico. De la misma forma, la empresa ha apoyado con el mejoramiento de las rutas. En diciembre de 2021 se realizaron trabajos para mejorar los primeros 26 kilómetros de la Ruta A-653. Además, en Mamiña, se realizaron trabajos de reparación de calles, los que comprendieron la compactación de caminos, instalación de señaléticas y el despeje de follaje de la vía.

En el área de salud, y en medio de la pandemia del COVID-19, la compañía llevó a cabo diversos operativos de toma de exámenes de PCR en las comunidades vecinas, para contribuir a la detección temprana y seguimiento de casos positivos para así ayudar a contener los contagios. A esto se suman operativos de toma de mamografías en Mamiña y Pozo Almonte, como parte de su programa de prevención del cáncer de mama.

Y en cuanto al ámbito laboral, Cerro Colorado destaca el Programa Expande Fronteras que se desarrolla hace cinco años en Pozo Almonte, potenciando las competencias laborales de los vecinos y vecinas de la comuna. Esta capacitación contempla un plan formativo a cargo de la Fundación Mejor Ciudadano. Por otro lado, con el Programa Aprendices, iniciativa dirigida a las mujeres de Tarapacá que deseen incorporarse a la industria minera, se les ha entrenado como operadoras y mantenedoras por un periodo de 11 meses con la opción de ingresar a la empresa.

“Queremos ratificar nuestra relación con Tarapacá y las comunidades anfitrionas, con una posible reapertura en el mediano plazo, a través de un proyecto sustentable, que no solo refleje los avances tecnológicos, sino también las aspiraciones de equidad, inclusión y diversidad de la sociedad, en línea con la minería del futuro”, concluyó la gerenta de Asuntos Corporativos de Pampa Norte, Ana Zúñiga.

En Teck Quebrada Blanca, en tanto, desarrollaron este año un proyecto editorial para destacar el valor social minero, a través del trabajo con sus comunidades de interés. A través de entrevistas y relatos auténticos, realizaron recorrido en torno a la gestión social de la compañía.

Teck recopiló los casos de éxito de distintos procesos de gestión local, a través de relaciones sólidas y duraderas con las comunidades y pueblos indígenas presentes en el área de influencia de la operación. El resultado fue “Voces de Tarapacá: Diálogos para el Desarrollo”, un proyecto editorial multiplataforma que recoge, a través del relato en primera persona de sus propios protagonistas, los numerosos proyectos de gestión social que se han realizado en el territorio.

A través de un libro de 300 páginas y un documental audiovisual sus protagonistas relatan y comparten en primera persona saberes, anhelos y acciones significativas para el desarrollo social en Tarapacá. El registro está publicado en la plataforma www.vocesdetarapaca.cl

Este proyecto también entrega datos relevantes de la gestión comunitaria, como los acuerdos de colaboración con organizaciones indígenas y sindicatos de pescadores; las mesas de trabajo social, ejecución de proyectos individuales y asociativos a nivel regional, la gestión en capacitación y empleabilidad del programa Elige Crecer y el impacto social de programas emblemáticos como Originarias y Plan de Contingencia X3, para apoyar la gestión de emergencia en el momento más complejo de la pandemia.

Con más de 30 años de presencia en Tarapacá, Teck comenzó en 2010 a explorar la continuidad operacional con Quebrada Blanca Fase 2, proyecto que inició su construcción en septiembre de 2018 y se encuentra con un avance del 70%. Su extensión de cordillera a mar y su expectativa de 25 años de vida útil abre oportunidades de desarrollo a nivel regional, especialmente en las comunidades de interés que habitan Tarapacá, desde el altiplano de las comunas de Pica y Pozo Almonte, pasando por el Tamarugal hasta Iquique y su borde costero, con las organizaciones sociales y productivas que usan los recursos del mar como fuente principal de sustento.

“Voces de Tarapacá significó un profundo recorrido comunitario para recoger la mirada de los territorios, reconociendo en cada acción el valor social que conlleva. Los relatos de las personas dan cuenta del trabajo mancomunado realizado para el progreso de sus comunidades y que están conectados con sus crecientes expectativas frente a nuestro desempeño social y ambiental, mientras trabajamos en el desarrollo de una minería sustentable”, señaló Juan Pablo Vega, gerente de Gestión Comunitaria de Teck Quebrada Blanca.